Guasave | Sinaloa | Zonas como El Chaleco, San Joachín y Colonia 2 de Octubre enfrentan inundaciones cada temporada de lluvias. Las promesas de las autoridades siguen sin cumplirse, mientras la salud y economía de cientos de familias se deteriora año con año.
En zonas como El Chaleco, San Joachín y Colonia 2 de Octubre, cada temporada de lluvias se convierte en una emergencia. Los drenajes colapsan de forma sistemática, provocando el desborde de aguas negras que inundan calles, patios y viviendas. Los vecinos relatan que han normalizado el convivir con pestilencia, muebles arruinados y el riesgo constante de enfermedades. “Ya ni sacamos la alfombra cuando llueve, porque sabemos que se va a echar a perder igual”, comenta con resignación don Ernesto, vecino de San Joachín.
A lo largo de los últimos cinco años, las autoridades municipales y estatales han anunciado planes de rehabilitación del drenaje en distintas etapas, pero ninguna ha resuelto el problema de fondo. En 2020, se destinó un presupuesto para mejorar el alcantarillado en San Joachín, pero los trabajos se detuvieron a medio camino. En 2022, se anunció una intervención similar en Colonia 2 de Octubre, la cual se concretó solo con limpieza superficial y promesas de una segunda fase que nunca llegó. Vecinos afirman que, cada vez que hay elecciones, reaparecen los funcionarios con promesas que se esfuman tan pronto como pasa la temporada electoral.
Las consecuencias para la salud y la economía local son alarmantes. Clínicas locales han registrado un aumento de casos de infecciones gastrointestinales, dermatitis y enfermedades respiratorias asociadas a la exposición prolongada a aguas contaminadas. Familias afectadas reportan gastos de entre 3 mil y hasta 15 mil pesos por temporada, dependiendo del daño causado por las inundaciones. “El año pasado tuvimos que sacar un préstamo para reparar la nevera y el colchón”, dice Mariana López, madre de dos niños pequeños.
Ante esta situación, la paciencia se agota. En días recientes, grupos de vecinos organizaron bloqueos simbólicos y entregaron un pliego petitorio al gobierno municipal exigiendo una intervención estructural, presupuesto transparente y un plan de mantenimiento permanente. “No queremos más visitas para la foto ni soluciones a medias. Queremos vivir dignamente, sin miedo a cada tormenta”, declaró Francisco Méndez, uno de los voceros vecinales. Mientras tanto, el pronóstico del clima sigue marcando lluvias para la semana, y con ellas, la amenaza de que todo vuelva a inundarse.
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