Guasave | Sinaloa | En plena zona urbana de Guasave, sobre el Bulevar Juan S. Millán, justo a la altura de la Farmacia del Ahorro, una imagen estremecedora se ha vuelto cotidiana: una niña pintada como payaso se encuentra pidiendo dinero entre los vehículos, en medio del intenso calor y el tráfico constante.
La menor, con el rostro maquillado y vistiendo un atuendo llamativo, busca la compasión de los automovilistas para conseguir unas monedas, lo que evidencia una forma clara de trabajo infantil encubierto en dinámicas de mendicidad, en franca violación a los derechos que deberían proteger a la infancia en el país.
México prohíbe el trabajo infantil y ha firmado tratados internacionales que refuerzan esta postura. Sin embargo, en Guasave esta escena ocurre a la vista de todos y sin la intervención de autoridad alguna, ya sea del DIF, de la Secretaría del Trabajo o de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito Municipal.
La exposición de esta menor a condiciones de riesgo; radiación solar, atropellamientos, explotación emocional, refleja una grave omisión institucional, y pone sobre la mesa una pregunta urgente:
¿Dónde está la autoridad y qué se está haciendo para proteger a estos niños y niñas?
La sociedad guasavense debe rechazar la normalización de estas situaciones. No basta con sentir lástima o entregar una moneda: es momento de exigir políticas públicas reales, vigilancia activa y programas que rescaten a los menores de entornos de vulnerabilidad, ofreciéndoles alternativas dignas para su desarrollo.
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