Los Mochis | Sinaloa | El llamado “robo del año” en la joyería Angels, ubicada en pleno corazón de la ciudad, ha tomado un giro inesperado. Lo que parecía un atraco millonario más, ahora es un caso envuelto en sospechas, silencios inexplicables y un sistema de seguridad que, al parecer, nunca hizo lo que debía hacer: alertar.
Las autoridades municipales y estatales ya no hablan solo de un robo, sino de una serie de irregularidades que deberán ser esclarecidas por los peritos de la Fiscalía General del Estado. Y es que, según confirmó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Ahome, Carlos Francisco Rodríguez Ponce, las alarmas del negocio nunca se activaron durante las horas que los intrusos tardaron en perforar paredes, violentar cajas fuertes y manipular herramientas eléctricas dentro del inmueble.
“No se accionó la alarma… y si se accionó, no reportaron”, advirtió el jefe policiaco, quien incluso reveló que el propietario planea demandar a la empresa de alarmas, pues no hay rastro de que el sistema haya funcionado. “Está bien raro lo que pasó ahí, que no haya sonado”, agregó, dejando abierta la puerta a la teoría de una posible negligencia —o algo más grande.
Pero el misterio no termina ahí.
De acuerdo con la primera declaración verbal del dueño, el botín ascendía a un millón de pesos, y que sería hasta después cuando haría un arqueo para determinar el monto real. Sin embargo, horas más tarde se reportó una pérdida superior a los 12 millones de pesos, una diferencia demasiado grande para pasar desapercibida por las autoridades.
Los investigadores comenzaron entonces a revisar meticulosamente el lugar. Y lo que encontraron aumentó aún más las dudas: gran parte de la joyería en exhibición seguía intacta. Las vitrinas lucían casi completas, e incluso varias esclavas permanecían en su sitio.
Si los ladrones pasaron horas dentro del negocio —como confirmó el propio afectado al relatar que utilizaron pulidoras y martillos sin que nadie escuchara— ¿por qué no se llevaron todo? ¿Por qué fueron directo a la bóveda? ¿Y por qué solo una de las cajas fuertes contenía joyería?
La Fiscalía General del Estado ya analiza cada centímetro del lugar. Los peritos levantaron evidencia, aseguraron los discos de corte utilizados en el atraco y comenzaron con las primeras líneas de investigación. Todo apunta a que el caso no será resuelto con rapidez, y que podría derivar en responsabilidades no solo contra los autores materiales del robo… sino también contra quienes debieron prevenirlo o alertarlo.
Hoy, las autoridades no descartan nada: ni falla técnica, ni negligencia, ni un posible montaje.
El expediente quedó abierto.
Y ahora, el silencio de las alarmas podría convertirse en la clave del caso.
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